Hoy arreglé la luz de la bici. Está conectada a un dínamo, una rosquita que toca la rueda y gira con ella.
Más rápido gira la rueda, más intensa se vuelve la luz.
De noche, si la calle es prolija podés ir rápido y con mucha luz; pero cuando la vereda está rota y tenés que ir despacito, la luz se atenúa. Primero molesta, después te das cuenta que despacito no hace falta tanta luz.
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